viernes, 19 de noviembre de 2010

Hablemos sobre el Purgatorio

Todos sabemos que existe aunque muchas veces escucharemos que no es así. Cuidado ante la falsa aceptacion de que no existe o de confiarnos de que tenemos el cielo comprado. Te explicamos un poco en que consiste el purgatorio.


¿Que es el Purgatorio?
En la teología católica, el purgatorio es un estado transitorio de purificación y expiación donde, después de su muerte las personas que han muerto sin pecado mortal, pero que han cometido pecados leves sin haber sido estos perdonados o  pecados graves ya perdonados en su vida pero sin satisfacción penitencial de parte del creyente, entonces tienen que purificarse de esas manchas a causa de la pena temporal contraída para poder acceder a la visión beatífica de Dios. 
Debido a que todo aquél que entra en el Purgatorio terminará entrando al Cielo tarde o temprano, el purgatorio no es una forma del Infierno. Las plegarias por los muertos y las indulgencias pueden acortar la estadía de uno o varios de los seres queridos que estén en dicho estado.
El tipo de penas que se padecen son equivalentes a las del infierno, en el sentido que se siente la lejanía de Dios, pero no son eternas y se purifican porque la persona no está consumida por el mal. Por eso el Purgatorio es la purificación final de los elegidos, la última etapa de la santificación.
El Purgatorio en la Biblia
Aunque en su mayoría los mismos católicos creen que la Biblia no se refiere al purgatorio, y de hecho no lo hace usando ese término, la Iglesia Católica recuerda las palabras de Jesucristo referidas en Lucas 12:58, 59: “Cuando vas con tu adversario a presentarte ante el magistrado, trata de llegar a un acuerdo con él en el camino, no sea que el adversario te lleve ante el juez, y el juez te entregue al guardia, y este te ponga en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.”
Argumenta el catolicismo que si del infierno no se puede salir, debe existir un lugar donde se cancele esa deuda, pues además, hablando de la “Jerusalén Celestial”, el libro Apocalipsis dice: “Nada manchado entrará en ella” (Ap. 21, 27)
Luego, con la parábola del funcionario que no quiso perdonar, en Mateo 18:21-35, Jesús compara el Reino de los Cielos con alguien que pide perdón pero niega hacerlo; aún así advierte que el hombre puede cumplir su deuda: “Y tanto se enojó el señor, que lo puso en manos de los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Y Jesús añadió: «Lo mismo hará mi Padre Celestial con ustedes, a no ser que cada uno perdone de corazón a su hermano»”. (Mateo 18:34,35). Cabe recordar incluso que Jesucristo enseñó a orar poniendo la condición de ser perdonados, perdonando: “…y perdona nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores;” (Mateo 6:12).  Así, como en el Cielo no hay “verdugos” que cobren la deuda, el catolicismo concibe un lugar intermedio donde los salvados purifiquen las deudas pendientes.
Hay además algunos teólogos que proponen que el purgatorio se vive aquí en la tierra, siendo experimentada la purificación durante épocas de crisis, denominadas Gran Tribulación según la interpretación católica, o aflicción. Al respecto, el Apocalipsis anuncia: “El Anciano me replicó: «Esos son los que vienen de la gran tribulación; han lavado y blanqueado sus vestiduras con la sangre del Cordero.»” (Apocalipsis 7:14).
El Antiguo Testamento se refiere al concepto en el libro segundo de los Macabeos (12:45): “Pero él presumía que una hermosa recompensa espera a los creyentes que se acuestan en la muerte, de ahí que su inquietud fuera santa y de acuerdo con la fe. Mandó pues ofrecer ese sacrificio de expiación por los muertos para que quedaran libres de sus pecados”. Sin embargo, este libro como el resto de los Deuterocanónicos no es aceptado por los protestantes.
Entre los lugares del Antiguo Testamento canónico que la Iglesia Católica interpreta como relacionados con la expiación tras la muerte en un purgatorio, están:
Muchos serán purificados, emblanquecidos y refinados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos comprenderá, pero los entendidos comprenderán.- Daniel 12,10
A este tercio lo meteré en el fuego, lo fundiré como se funde la plata, lo probaré como se prueba el oro. Él invocará mi nombre, y yo lo oiré. Yo diré: 'Pueblo mío'. Él dirá: 'Yahveh es mi Dios'. - Libro de Zacarías 13,9
Desde la perspectiva católica romana, se piensa que los pasajes anteriores dan a entender que en el "otro mundo" las almas podrán ser purificadas (limpiadas) de la mancha de ciertos pecados, ya perdonados en cuanto a culpa; ese otro mundo no puede ser el infierno, pues en él ya se está condenado; tampoco el cielo pues nada que tenga mancha entrará ahí, por lo que este lugar debe ser una residencia intermedia.
La principal cita del Nuevo Testamento con que los católicos romanos explican la existencia de un purgatorio es la de Mateo 12, 31-32:
A cualquiera que pronuncie alguna palabra contra el Hijo del hombre se le perdonará, pero el que hable contra el Espíritu Santo no tendrá perdón ni en este mundo ni en el venidero. - Mateo 12,32 (Nueva Versión Internacional)
La anterior cita se refiera a que no hay límites a la misericordia de Dios, pero quien se niega deliberadamente a acoger la misericordia de Dios, mediante el arrepentimiento, rechaza el perdón de sus pecados y la salvación ofrecida por el Espíritu Santo. Al señalar que el pecado contra el Espíritu Santo no será perdonado ni en esta vida ni en la otra, se entendería que Dios (Jesús) se está refiriendo a ese pecado específicamente, y que por lo tanto, de ello se entendería que existen pecados (veniales) que sí podrían ser perdonados en la otra vida. De lo contrario hubiera dicho simplemente “El pecado contra el espíritu Santo no será perdonado” o “no será perdonado en esta vida”.
Un pasaje en el que se ven implícitas no las penas infinitas del infierno, sino penas finitas de donde sí se saldrá:
Ponte enseguida a buenas con tu adversario mientras vas con él por el camino; no sea que tu adversario te entregue al juez y el juez al guardia, y te metan en la cárcel. Yo te aseguro: no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último céntimo. - Mateo 5, 5-26
Y donde se observa que Cristo explícitamente mostró que para diferentes grados de pecados hay diferentes sanciones:
Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal; pero el que llame a su hermano "imbécil", será reo ante el Sanedrín; y el que le llame "renegado", será reo de la gehenna de fuego. - Mateo 5,22
También pueden ser citadas las siguientes:
Aquel siervo que, conociendo la voluntad de su señor, no ha preparado nada ni ha obrado conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes; el que no la conoce y hace cosas dignas de azotes, recibirá pocos; a quien se le dio mucho, se le reclamará mucho; y a quien se confió mucho, se le pedirá más. - Lucas 12, 47-48. Biblia de Jerusalén
La obra de cada cual quedará al descubierto; la manifestará el Día, que ha de revelarse por el fuego. Y la calidad de la obra de cada cual, la probará el fuego. Aquél, cuya obra, construida sobre el cimiento, resista, recibirá la recompensa. Mas aquél, cuya obra quede abrasada, sufrirá el daño. El, no obstante, quedará a salvo, pero como quien pasa a través del fuego. - 1 Corintios 3, 13-15. Biblia de Jerusalén
Que el Señor conceda misericordia a la familia de Onesíforo, pues me alivió muchas veces y no se avergonzó de mis cadenas, sino que, en cuanto llegó a Roma, me buscó solícitamente y me encontró. Concédale el Señor encontrar misericordia ante el Señor aquel Día. Además, cuántos buenos servicios me prestó en Éfeso, tú lo sabes mejor. - 2 Timoteo 1, 16-18. Biblia de Jerusalén
Otros textos que suelen ser citados para probar la existencia del purgatorio son:
  • Fuentes principales: 2 Mac 12,42-46; Mt 5,26; 12,32; 1º Cor 3,10-15; 2º Tim 1,16; 1º Jn 5, 16; Ap 21,27.
  • Fuentes secundarias: Gn 50,10; Deut 34,8; 2º Crón 6,30; Tob 4,10; 4,17; 12,9; Sal 51; Sab 3,5; Bar 3,4, Zac 9,11; 13,8-9; Miq 7,8-9; Malq 3,2-3, Eclo 38,16-17, Mt 5,7; 5,48; 12,36-37; 18,34; 20,1-16; Lc 6,19-31; 12,39-48.58-59; 1º Cor 12,24-26; 15,22-24; 15,29-30; 2º Cor 5,9-10; Ef 6,18; Flp 2,10; 2º Tim 1,16-18; 4,18-19; Jn 8,24; Heb 12,14.23; Sant 1,13-16; 1º Ped 1,7; 3,18-20; 4,6; 5,10; Jud 20-23; Ap 3,18-19; 21,4.
El Purgatorio en el magisterio de la iglesia catolica
La doctrina del Purgatorio ha sido una enseñanza constante del Magisterio de la Iglesia.Además de la Biblia, la Iglesia se apoya en la tradición apostólica para definir una doctrina. En el caso del Purgatorio, el Catecismo cita a San Gregorio Magno y a San Juan Crisóstomo. Pero hay muchas citas sobre el purgatorio en los llamados Padres de la Iglesia, tales como San Gregorio Magno (540–604), San Cesáreo de Arlés (470–543),Tertuliano (155-230), San Cipriano de Cartago (¿200?-258), San Agustín de Hipona (354-430), entre otros.
El Catecismo de la Iglesia Católica se refiere al Purgatorio o purificación final en los siguintes términos:
Los que mueren en la gracia y en amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su salvación eterna, sufren una purificación después de su muerte a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en el gozo de Dios. Catecismo de la Iglesia Católica, 1054.
La Iglesia ha formulado la doctrina de la fe relativa al Purgatorio sobre todo en los Concilios de Florencia y Lyon, que refutaron a los griegos orientales: “Las almas que partieron de este mundo en caridad con Dios, con verdadero arrepentimiento de sus pecados, antes de haber satisfecho con verdaderos frutos de penitencia por sus pecados de obra y omisión, son purificadas después de la muerte con las penas del purgatorio”.
Más extensamente fue formulada en el Concilio de Trento que insiste:
Cuiden con suma diligencia que la sana doctrina del Purgatorio, recibida de los santos Padres y sagrados concilios, se enseñe y predique en todas partes, y se crea y conserve por los fieles cristianos; aquellas, empero, que tocan a cierta curiosidad y superstición, o saben a torpe lucro, prohíbanlas como escándalos y piedras de tropiezo para los fieles. Concilio de Trento.
- También se ha hecho referencia al Purgatorio en el último Concilio Ecuménico, el Vaticano II (1962-1965)
El Compendio del Catecismo de la Iglesia Católicadedica un par de puntos que resumen esta doctrina:
El purgatorio es el estado de los que mueren en amistad con Dios pero, aunque están seguros de su salvación eterna, necesitan aún de purificación para entrar en la eterna bienaventuranza. En virtud de la comunión de los santos, los fieles que peregrinan aún en la tierra pueden ayudar a las almas del purgatorio ofreciendo por ellas oraciones de sufragio, en particular el sacrificio de la Eucaristía, pero también limosnas, indulgencias y obras de penitencia. Compendio del Catecismo de la Iglesia católica, 210-211
La Iglesia católica, usando un lenguaje actual, explica la doctrina del purgatorio en los siguientes términos:
Durante nuestra vida terrena, siguiendo la exhortación evangélica a ser perfectos como el Padre celestial (cf. Mt 5, 48), estamos llamados a crecer en el amor, para hallarnos firmes e irreprensibles en presencia de Dios Padre, en el momento de «la venida de nuestro Señor Jesucristo, con todos sus santos» (1 Ts 3, 12 s). Por otra parte, estamos invitados a «purificarnos de toda mancha de la carne y del espíritu» (2 Co 7, 1; cf. 1 Jn 3, 3), porque el encuentro con Dios requiere una pureza absoluta. Hay que eliminar todo vestigio de apego al mal y corregir toda imperfección del alma. La purificación debe ser completa, y precisamente esto es lo que enseña la doctrina de la Iglesia sobre el purgatorio. Este término no indica un lugar, sino una condición de vida. Quienes después de la muerte viven en un estado de purificación ya están en el amor de Cristo, que los libera de los residuos de la imperfección.
Penas del purgatorio
- Según la doctrina católica hay una diferencia sustancial entre infierno y purgatorio, y éste no es un infierno temporal. Propiamente hablando, sólo en el infierno se da una verdadera pena de daño, ya que ella es el castigo ultraterreno a la aversión actual de Dios, que no se da en las almas del purgatorio. Sin embargo pueden distinguirse:
  • Dilación de la Gloria. Tratada por la tradición teológica como pena de daño, es sin embargo cualitativamente distinta de la que se da en el infierno, y consiste en el aplazamiento del cielo. El alma queda privada de la visión beatífica (visión de Dios) mientras purga sus pecados. Esta pena implica que la presencia en el purgatorio no puede prolongarse en el tiempo hasta más allá del Juicio Final.
  • Pena de sentido. La tradición de los Padres latinos es casi unánime en favor del fuego real y corpóreo, semejante al del infierno, pero no ha sido necesaria todavía una declaración dogmática al respecto. Sí hay argumentos en la tradición, como el cuestionario de Clemente VI a los armenios, donde expresamente se pregunta «...si crees que son atormentados con fuego temporalmente...». En cuanto a si Dios se vale de los demonios para la administración de las penas del purgatorio, Santo Tomás (De purgatorio, Suppl. a.5) explica que no.

Los Sufragios, maneras de ayudar a los difuntos.

Son las ayudas que los católicos ofrecen a las almas del Purgatorio. Principalmente son:
  • Ofrecimiento de la Misa: Ya sea encargándole la Misa a un sacerdote, ya sea ofreciéndola mentalmente por un difunto.
  • Ofrecimiento de la Comunión: Los católicos creen que en la comunión se encuentra realmente Cristo. Cuando comulgan (reciben a Cristo), pueden ofrecerlo por reparación de las almas que les falta algo por purificar.
  • Misas gregorianas: Se denominan de esta manera, a la serie de misas en las que se debe interceder por un difunto durante treinta días sin interrupción. Su origen se vincula a un episodio narrado por San Gregorio Magno.
  • Indulgencia plenaria: Limpia todas las “manchas” que nos hayan dejado los pecados ya perdonados. Las indulgencias plenarias se obtienen de manera gratuita. Solamente hace falta realizar la acción indulgenciada, uniéndola a una comunión, un acto de caridad, rezar por las intenciones del Papa (Padre Nuestro, Ave María y Gloria) y confesarte en ocho días. Las principales acciones indulgenciadas son: rezo y meditación del Santo Rosario, en común; rezo-meditación del Vía Crucis, en una iglesia; lectura y meditación de la Biblia, por más de 30 minutos; adoración al Santísimo, más de 30 min.
Otros sufragios son: ofrecer diversas oraciones, limosna y otras obras de misericordia. También no debemos olvidarnos de las JACULATORIAS que son oraciones breves que decimos en el transcurso del día y que con ellas podemos ayudar a ciento o miles de almas mientras que las recitamos aun durante nuestros quehaceres..
 El voto de ánimas
Nótese aquí que toda obra buena es, a la vez, según el Concilio de Trento, meritoria, imperatoria y satisfactoria. Se dice meritoria, porque con ella logramos un grado más de gracia en este mundo y de gloria para el otro; mérito que a nadie puede cederse, siendo todo de aquel que hace la obra buena. Llamase imperatoria, porque con ella alcanzamos de Dios auxilios oportunos y bienes espirituales y temporales, ya sea para nosotros mismos, para otros. Dícese, por fin, satisfactoria, porque con ella pagamos el débito de nuestros pecados y la pena del Purgatorio que correspondían: y este fruto satisfactorio de nuestras obras es, propiamente hablando, el que cedemos a las benditas Almas con este voto.También es llamado “acto heroico de caridad”. Según la doctrina católica se llama así porque es tan agradable a Dios, útil a las Almas del Purgatorio y provechoso a nosotros mismos. Consiste en un voto o donación entera que hacemos de todas nuestras obras satisfactorias en favor de aquellas benditas almas.
Realmente es más bien una cesión voluntaria, un acto heroico de caridad que un voto riguroso. La cesión de dicha parte de todas nuestras obras satisfactorias, se pone en manos de la Virgen Santísima y conociendo ella mejor que nosotros cuál es nuestro deber, distribuirá dichas buenas obras entre los parientes, bienechores, amigos y enemigos, según fuere más del agrado de Dios.
Hay muchas oraciones para realizarlo, la más sencilla es esta: "Señor, te ofrezco todo lo que yo pueda renunciar, en beneficio de las almas del purgatorio". Para hacerlo no es necesario pronunciar palabras; basta que se haga con el corazón. Es importante realizar el voto de ánimas de corazón y que sea un acto de plena voluntad. Es interesante, a manera de recuerdo, renovarlo diariamente. Pero no es necesario, mas que realizarlo una sola vez. Y se puede revocar cuando uno quiera.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

lo que quiero decir es que no existe ningún purgatorio eso es idea del hombre ignorante, cuando se muere la persona deja de existir el aliento de vida que dios dio regresa donde este el pero como un simple respiro ¡no como alma! capten! la única salvación que hay para el ser humano es buscar a Dios arrepentirse de todos los pecados y bautizarse.El catolizizmo es como la prostituta que no sabe como amar, solo adoran dioses que no oyen ni sienten ni mucho menos cumplen deseos ni milagros, los católicos están profundamente ciegos. al único que se debe de adorar es a dios que vive y que va a venir redimirnos para vivir con el en la santa ciudad por la eternidad atte. Estrella,

Andrea dijo...

Hola Estrella,
Con todo el respeto le pido que si va a referirse a nosotros para objetar algo le agradecería mucho en el nombre de Dios que nos trate con respeto sin necesidad de ofender a nadie, te invito a que saques todo ese odio, ese rencor que guardas en tu corazón hacia nosotros, liberate que hay un Dios muy grande que te ama, la ira y el odio no dejan nada bueno y la que sufres eres tu.

Nosotros los católicos no nos inventamos nada, nos guiamos por las sagradas escrituras, como habrás podido leer hay textos bíblicos donde se menciona el lugar sin usar el termino purgatorio pero si esta el concepto.
Supongo que no leíste el post completo, te invito a que lo leas nuevamente y busques en tu biblia las citas que colocamos, descubrirás que el purgatorio es algo que sí existe, pero obviamente hay que pedirle con humildad profunda la guía de Dios para que nos ayude a comprender la biblia, por medio del Espíritu santo que nos ilumine para tener entendimiento porque es necesaria la ayuda divina para poder comprender.

Al cielo no se entra con manchas como se menciona en Ap: 21:27
Lee la parábola del funcionario que no quiso perdonar, en Mateo 18:21-35, Jesús compara el Reino de los Cielos con alguien que pide perdón pero niega hacerlo; aún así advierte que el hombre puede cumplir su deuda: Y hasta tal punto se enojó el señor, que lo puso en manos de los verdugos, hasta que pagara toda la deuda. Y Jesús añadió: «Lo mismo hará mi Padre Celestial con ustedes, a no ser que cada uno perdone de corazón a su hermano.» Mateo 18:34,35
El purgatorio es un lugar temporal donde nosotros limpiamos nuestras manchas para poder entrar al cielo, se considera un lugar de purificación.

Andrea dijo...

Cuando la Biblia menciona pecados que se perdonarán en la otra vida. Es decir habrá otra situación donde se perdonan pecados, y por tanto no es el infierno ni el cielo, que son estados eternos. Recuerda lo que dice en Ap:21:27

Veamos unos textos bíblicos:
2 Mac 12, 46: "hizo el sacrificio expiatorio por los difuntos, para que fueran perdonados sus pecados".
Mt 12, 32: "al que hable contra el Espíritu Santo no se le perdonará ni en este mundo ni en el venidero".
1 Cor 3, 15: "él se salvará, pero como a través del fuego".

Otros textos que suelen ser citados para probar la existencia del purgatorio son:

Fuentes principales: 2 Mac 12,42-46; Mt 5,26; 12,32; 1º Cor 3,10-15; 2º Tim 1,16; 1º Jn 5, 16; Ap 21,27.

Fuentes secundarias: Gn 50,10; Deut 34,8; 2º Crón 6,30; Tob 4,10; 4,17; 12,9; Sal 51; Sab 3,5; Bar 3,4, Zac 9,11; 13,8-9; Miq 7,8-9; Malq 3,2-3, Eclo 38,16-17, Mt 5,7; 5,48; 12,36-37; 18,34; 20,1-16; Lc 6,19-31; 12,39-48.58-59; 1º Cor 12,24-26; 15,22-24; 15,29-30; 2º Cor 5,9-10; Ef 6,18; Flp 2,10; 2º Tim 1,16-18; 4,18-19; Jn 8,24; Heb 12,14.23; Sant 1,13-16; 1º Ped 1,7; 3,18-20; 4,6; 5,10; Jud 20-23; Ap 3,18-19; 21,4.

Hay varios textos donde se menciona este tema, te invito a que vuelvas a leer el post.

Estrella el alma si existe también al igual que el Espíritu, Las dos palabras 'alma' y 'espíritu' son utilizadas intercambiablemente. La muerte a veces es referida como entregando el alma, Génesis 35:18; I Reyes 17:21, y otras veces como entregando el espíritu, Lucas 23:46; Hechos 7:59. Los muertos en algunos casos son llamados "almas", Revelación. 9:6; 20:4, y en otros 'espíritus', I Pedro 3:19; Hebreos 12:23.
Los dos términos denotan el elemento espiritual del hombre desde distintos puntos de vista. Como espíritu: es el principio de vida y acción, el cual controla el cuerpo, y como alma: es el sujeto personal, el cual piensa, siente y desea, y en algunos casos es el asiento de las afecciones.

San Pablo ruega para que nuestro "ser entero, el espíritu, el alma y el cuerpo" sea conservado sin mancha hasta la venida del Señor (1Th 5,23). La Iglesia enseña que esta distinción no introduce una dualidad en el alma. "Espíritu" significa que el hombre está ordenado desde su creación a su fin sobrenatural, y que su alma es capaz de ser elevada gratuitamente a la comunión con Dios.

Andrea dijo...

El concepto que dices del Espíritu de Dios ya que según tú nosotros regresamos a Dios como aliento de vida porque es parte de Dios. “Si alguno dijere y [o] creyere que el alma humana es una porción de Dios o que es sustancia de Dios, sea anatema. El alma no pertenece a la substancia divina (Denzinger 201). Y esto es lógico porque Dios no comparte su misma gloria, o su esencia misma; como se menciona en Isaías (Isa 42:8).

Cristo sufrió en la Cruz para perdonar nuestros pecados, pero eso no significa que nuestros pecados "estén pagados por anticipado". Cristo nos da la oportunidad de ser justificados, pero no nos justifica su mera muerte en la Cruz, nos justifica la Fe, las Buenas Obras, la Obediencia, los Sacramentos, las Virtudes, lo que hacemos en esta vida para poder ser merecedores de la vida eterna junto a él. No sólo arrepentirnos y bautizarnos nos salva, sino como vivimos nuestra vida y como somos con nuestros hermanos así como también siguiendo lo que él mismo nos enseño.

Dices que los católicos no sabemos amar pero si eres tu la que nos esta agrediendo con palabras inapropiadas al referirse a nosotros, yo respeto que pienses diferente y que tengas una fe diferente a la nuestras pero por eso no te odio y no te diré palabras ofensivas. Por cierto nosotros no idolatramos, veneramos que es diferente.

Venerar. (Del lat. venerāri). tr. Respetar en sumo grado a alguien por su santidad, dignidad o grandes virtudes, o a algo por lo que representa o recuerda.

Mira yo te respeto porque a pesar de que piensas diferente eres mi hermana como lo enseña Jesús. Ámense los unos a los otros. Así como yo los he amado. Ten en cuenta esto la próxima vez al referirse a alguien: Traten a los demás como quieren que ellos les traten a ustedes (San Lucas 6:31).

Espero haberte ayudado en algo, te recomiendo que visites estas paginas, en ellas hablan sobre este tema y sobre muchos más.
Si tienes alguna inquietud con mucho gusto te ayudare a pesar de mi humilde y poco conocimiento, no manejo todos los temas pero con gusto te ayudare en lo que me sea posible.

Fuentes que podrian ayudarte:
http://conocetufe.blogspot.com/2009/05/tenemos-realmente-un-alma-inmortal.html
http://es.catholic.net/sectasapologeticayconversos/859/3204/articulo.php?id=46555
http://es.catholic.net/temacontrovertido/602/1557/articulo.php?id=4943
http://www.es.catholic.net/sectasapologeticayconversos/859/3204/articulo.php?id=46542
http://www.luxdomini.com/rassep.htm
http://conocetufe.blogspot.com/2010/02/los-evangelicos-adoran-sus-pastores.html

Daniela dijo...

HOLA YO SOY CATOLICA, Y ESTA PAGINA ME PARECE MUY PROVECHOSA PARA QUE LA GENTE CREA, PORQUE SI SOMOS IGNORANTES ANTE LOS DESIGNIOS DE DIOS ESO NO QUIERE DECIR QUE NO EXISTAN EL PURGATORIO Y EL INFIERNO, POR ESO EL QUE NO LO CREA QUE SE PONGA EN GRACIA DE DIOS PARA QUE LE HABRA LOS OJOS ASI COMO A MI ME LOS ABRIO, ADEMAS DE LAS CITAS BIBLICAS HAY MUCHAS PERSONAS QUE HAN TENIDO VISIONES DE LAS ANIMAS, Y LAS AYUDAN A SALIR DE ESE LUGAR, POR ESO REZO Y PIDO A DIOS POR LOS NO CREYENTES PARA QUE SE CONVIERTAN ANTES DE QUE SEA DEMASIADO TARDE, SALUDOS Y GRACIAS POR ESTA PAGINA...

ALEX RM dijo...

por tu comentario capto que eres Testigo de Jehová, la verdad, tu "religión" si así se le puede llamar, me da pena, porque son muy buenos para señalar y calumniar, lo cual no es cristiano. Lo que dices de que no existe el alma, es fácil de demostrar que si: Jesús estaba en la cruz y uno de los que estaban crucificado con él le dijo: Acuérdate de mi cuando estés en tu reino. Él respondió: Yo te aseguro que HOY estarás conmigo en el Paraíso. No le dijo que mañana o pasado o cuando el volviera, le dijo HOY!!!! y la única forma de que eso pase es porque en cuanto murió su alma pasó a la gloria Celestial, pero ustedes, religión de hombres fundada por Rusell, han tergiversado eso y muchas cosas más.

Augusto dijo...

Augusto

Me parece una excelente oportunidad para que podamos ir conociendo, todas las grandes verdades de nuestra fe.
Dios nos mandó a amarnos los unos a los otros como el nos ha amado,y amar al próximo (prójimo)
como a mi mismo.

Es indudable que nada manchado entrará en el reino de los cielos, por eso incluso nuestra vida terrenal puede hacer parte de ese purificar nuestra alma para que limpia de pecado pueda llegar a la presencia de Dios.

importante recordar algunas citas:
Juan 20 cuando el señor se le apreció a los apóstoles y a la santísima virgen, sopló sobre ellos y les infundió el Espíritu Santo, y les dijo
reciban el Espíritu Santo a quienes perdonen los pecados les quedarán perdonados y a quienes se los retengan les quedarán retenidos. Igual en Mateo 16 donde además está la fundación de la iglesia católica cuando le dijo a uno de sus discípulos Pedro: tu eres pedro y sobre esta piedra edificare mi iglesia y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Todo lo que desaten en la tierra quedara desatado en el cielo y lo que aten en la tierra quedará atado en el cielo.

Otra cita muy importante es juan 6 cuando dice: El pan que yo doy para la vida del mundo es mi carne, les aseguro que si no comen la carne (hostia consagrada)y beben la sangre (vino consagrado) en la Eucaristía. No tendrán vida en ustedes, quien come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. La comprobación científica de este hecho está en el libro el milagro de san Laciano. donde esta clara y científicamente demostrado este hecho.

Bueno desde Colombia con amor me despido y le pido a Dios que nos cubra con su preciosisima sangre, que nos proteja y nos asista siempre y a nuestra queridisima Madre María que no se canse de interceder por nosotros todos sus hijos entregados por el señor al pie de la cruz. cuando le dijo Madre ahí tienes a tu hijo, e hijo (Juan)el discípulo amado. ahí tienes a tu madre.

Que Dios nos bendiga a todos sin excepción alguna, y me uno a todas las eucaristías que se celebran diariamente en el mundo entero intercediendo por todas las benditas almas del purgatorio, en especial por todos nuestros familiares, amigos, conocidos, sacerdotes, religiosos y personas de oración del mundo entero.

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