Tú sabes, Madre, que en mi juventud nueva, ha nacido en mi frente una estrella y por eso...
Hoy vengo a pedirte por ella. Por aquella muchacha que ha de ser mi esposa. Guárdala en tu regazo pura y bella, libre del cieno inmundo, y en sus ojos claros... una luz misteriosa.
Yo en cambio: te prometo conservarme con tu ayuda digno de ella. Ser luminoso y viril, como una antorcha. Limpio como una estrella. Como un lirio altivo montando mi guardia.
Hoy vengo a pedirte por ella. Por aquella muchacha que ha de ser mi esposa. Guárdala en tu regazo pura y bella, libre del cieno inmundo, y en sus ojos claros... una luz misteriosa.
Yo en cambio: te prometo conservarme con tu ayuda digno de ella. Ser luminoso y viril, como una antorcha. Limpio como una estrella. Como un lirio altivo montando mi guardia.
Amén.
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