Bendiceme, Niño Jesús! y
ruega por mí sin cesar.
Aleja de mi,
Si tropiezo, tiende
tu mano hacia mí,
Si en cien veces caigo,
cien veces levántame.
Si yo te olvido,
tú no te olvides de mí.
¡Si me dejas Niño!
¿Qué será de mí?
En los peligros del mundo
asísteme.
Quiero vivir y morir
bajo tu manto.
Quiero que mi vida
te haga sonreír.
Mírame con pasión,
¡no me dejes Jesús mío!..
Y, al fin, sal a recibirme
y llévame junto a ti.
Tu bendición me acompañe
hoy y siempre.
Amén
Aleluya
(Gloria al Padre...)
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